“El Puerto que Devora el Alma: Humanismo y Resistencia ante la Máquina del ‘Progreso’».

Por: Mónica Durán Mariscal

Agosto/2025

Introducción:

El mar no es un almacén. El horizonte no es una línea de contenedores. El Sauzal no es un sacrificio aceptable en el altar del «desarrollo».

El megapuerto no es solo un proyecto; es una herida abierta en el paisaje, en la comunidad, en el tejido nervioso de quienes habitan este rincón del mundo donde el olivo y el sauce antiguo fueron borrados como si fueran errores en un plano de ingeniería.

Este ensayo no es una crítica tibia: es un grito documentado, una elegía por lo que se pierde cuando el cálculo económico ignora el valor de la vida, la memoria y el equilibrio sagrado entre el ser humano y su entorno. 

I. La Geografía del Despojo: Ecocidio y Fractura Comunitaria.

El megapuerto del Sauzal no opera en el vacío. Es la continuación de una lógica colonial que convierte territorios en mercancías y habitantes en obstáculos. Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), el traslado de operaciones portuarias y la llegada del transbordador ‘Azteca’ amenazan directamente a especies marinas en riesgo, como la ballena gris (Eschrichtius robustus) y el lobo marino (Zalophus californianus), cuyas rutas migratorias colisionan con el tráfico marítimo intensivo (CONABIO, 2021). Pero no solo es ecocidio: es la destrucción de una economía local basada en la pesca artesanal, sustento de familias enteras, ahora relegadas a ser espectadoras de su propio exterminio cultural. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado sobre cómo la industrialización costera erosiona la pesca sostenible, desplazando a comunidades enteras hacia la marginalidad (FAO, 2020). En el Sauzal, los pescadores no son «residuos del progreso»; son la memoria viva de un diálogo responsable con el mar. 

II. El Cuerpo como Territorio en Guerra:

Estrés, Ruido y la Pérdida del Yo – Entorno.

Aquí la Gestalt grita: —“el organismo no está separado del espacio que habita. Cuando los tráileres rompen el silencio con frenazos de motor alterado, cuando el aire se espesa con diésel y el suelo vibra bajo el peso de las mercancías, el sistema nervioso central entra en estado de alerta crónica”.

Estudios de la OMS vinculan la contaminación acústica con incrementos en cortisol, ansiedad y trastornos del sueño (WHO, 2018). Los bebés que despiertan en sobresalto, los ancianos que ya no pasean, los estudiantes que no pueden concentrarse: todos son víctimas de una violencia invisible pero tangible. 

La Psicoterapia Humanista, desde la mirada de Carl Rogers, entendería esto como una ruptura en la tendencia actualizante del ser humano: se nos niega el derecho a florecer en un entorno estable (Rogers, 1961). La Gestalt con su énfasis en el aquí y ahora, expone cómo el megapuerto convierte el presente en un campo de batalla sensorial, fragmentando la experiencia holística del Yo-Organismo-Entorno (Perls, 1973).

No es paranoia: es neurofisiología. El cuerpo sabe lo que el poder ignora. 

III. La Poética de la Resistencia: Por qué el Sauzal Vale Más que el Acero:

Decir «no» al megapuerto no es nostalgia: es defensa de lo sagrado cotidiano. Los sauces borrados, las líneas de olivo arrancadas, no eran «decoración». Eran raíces. Como escribe Rebecca Solnit en Wanderlust: “El paisaje es una autobiografía compartida” (Solnit, 2000). El Sauzal no es un solar baldío: es la piel de una comunidad. 

Y sin embargo, hay esperanza en la Psicoterapia Gestalt:  al nombrar el dolor, al mapear cómo el entorno enfermo enferma al individuo, se crean herramientas para la resiliencia. Como diría Gary Snyder:  “La naturaleza no es un lugar para visitar. Es el hogar» (Snyder, 1990). Defender el Sauzal es defender el derecho a tener un hogar que no nos envenene. 

Conclusión: Humanismo o Barbarie 

El megapuerto del Sauzal es la antítesis del progreso verdadero: es la imposición de una máquina que devora paisajes, cuerpos y tiempo. Frente a esto, el humanismo no es una postura romántica: es un acto de resistencia biológica y cultural. Citando a Eduardo Galeano: “Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias» (Galeano, 1993).

El Sauzal tiene una historia. Y no está en venta. 

Fuentes Documentadas

– CONABIO (2021). *Impacto de infraestructura portuaria en biodiversidad marina*. México. 

– FAO (2020). *Pesca artesanal y desarrollo industrial: conflictos globales*. 

– OMS (2018). *Environmental Noise Guidelines for the European Region*. 

– Perls, F. (1973). *The Gestalt Approach & Eye Witness to Therapy*. Science & Behavior Books. 

– Rogers, C. (1961). *On Becoming a Person*. Houghton Mifflin. 

– Solnit, R. (2000). *Wanderlust: A History of Walking*. Penguin. 

– Snyder, G. (1990). *The Practice of the Wild*. North Point Press. 

– Galeano, E. (1993). *El libro de los abrazos*. Siglo XXI. 

 

Nota:

Este ensayo no es neutral. Está escrito con rabia y amor, como debe ser cuando lo que está en juego es la vida misma.

Mónica Durán

Escritor

Creación y Diseño Serendipia, un camino Psicoespiritual

Maestrante en Psicooncología

Formación en Sufismo

Dirige retiros de silencio

Creador de Encerrón Terapéutico

Doctorante Psicoterapias Humanistas

Mtra. En Psicoterapia Gestalt

Mtra. En Psicoterapia Gestalt Integrativa

Especialista en Medio Ambiente, Gestión y Sustentabilidad

Mtra. Core Energétics, psicoterapeuta corporal

Especialidad en procesos de toma de conciencia

Director UNIVERSER comunidad virtual, terapéutica y cultural al servicio del Ser

Lic Ciencias y técnicas de la comunicación

Trabajadora social